domingo, 18 de octubre de 2015



Fórmula Química: C149H249N47O42


Es una hormona sintetizada fundamentalmente por el estómago que se definió como el ligando natural del receptor de secretagogos de la hormona del crecimiento (GHS-R). Además de estimular la secreción de hormona del crecimiento (GH) en la hipófisis, la ghrelina favorece la regulación del metabolismo energético. La administración de ghrelina en roedores da lugar a un aumento del peso corporal y la adiposidad, ya que esta hormona estimula ciertas neuronas hipotalámicas provocando un aumento del apetito. También ha demostrado tener un efecto antiinflamatorio y antifibrótico en modelos murinos con fibrosis pulmonar inducida.1
Los niveles circulantes de ghrelina aumentan antes de las comidas y disminuyen tras la ingesta de alimento. Por lo que es conocida popularmente como la ″hormona del hambre.


La ghrelina es un péptido de 28 aminoácidos que a nivel de la serina en posición 3 presenta una esterificación con ácido n-octanoico. Esta isoforma es conocida como la forma activa de la hormona.
La desacil-ghrelina es una isoforma de ghrelina carente de la modificación de ácido octanóico. En un principio fue considerada como la forma inactiva de la hormona, aunque en la actualidad se ha descubierto su participación en distintos procesos biológicos.

Funciones biológicas
a) Secreción de la hormona GH
b) Regulación del peso corporal y la ingesta (efecto orexigénico)
c) Homeostasis de la presión arterial (agente vasoactivo)
d) Efecto cardioprotector (evita la apoptosis de los cardiomiocitos)
e) Efecto Neuronal: La ghrelina modula actividad cerebral en áreas que controlan el apetito2 En efecto, en su estudio, Saima Malik et al muestran que ghrelina administrada por vía intravenosa a voluntarios saludables durante un examen de resonancia magnética aumenta la respuesta neuronal a fotografías de comida en regiones del cerebro, incluyendo la amígdala, la corteza orbitofrontal, la insula anterior, y el estriado, los cuales están implicados en codificar el valor incentivo de las señales alimentarias. Así, el estudio demuestra como señales metabólicas tales como la ghrelina pueden favorecer el consumo de comida al favorecer la respuesta incentiva y hedónica a señales relacionadas con comida. La respuesta a señales de comida tiene diferentes componentes: atención, anticipación del placer, motivación para comer (hambre), consumo y memoria; todas las regiones del cerebro implicadas en estas funciones son estimulados por ghrelina. Como la ghrelina estimula regiones del cerebro involucradas en la memoria, se ha comprobado que personas inyectadas con ghrelina recuerdan más claramente fotos de comida un día después de la inyección.3 Así, se ha sugerido que drogas que bloqueen la ghrelina pueden tener efectos indeseados en la memoria. Además, la ghrelina está íntimamente relacionada con la hormona PYY, ya que las dos actúan en los mismos nervios en el hipotálamo.4